Quillabamba: celebran Día de la Resocialización con danzas y deportes
Los internos del penal San Joaquín de Quillabamba, ubicado en la provincia de La Convención (Cusco), celebraron el Día de Resocialización, con actividades artísticas y deportivas.
A nivel nacional, se conmemora esta fecha que reconoce el esfuerzo de los internos por modificar su conducta y reinsertarse con éxito en la sociedad a través del trabajo y del estudio.
El director del establecimiento penitenciario, David Quispe Chicana, expresó que todo ser humano tiene la posibilidad de lograr un cambio en su conducta. «Entendemos que la misma sociedad mantiene en su mente la idea de que las cárceles son lugares que cumplen un único propósito: castigar a todos aquellos que desobedecieron la ley, pero nosotros queremos demostrar que es posible un cambio».
Danzas como Qoyacha, Pacasito y Diablada fueron algunas que bailaron los internos e internas, demostrando el talento que poseen. Presentaciones musicales y un campeonato de fútbol también formó parte de esta fecha.
Hasta el lugar se hizo presente autoridades representantes de la Defensoría del Pueblo, Ejército Peruano, Ugel La Convención y docentes del Centro de Educación Básica Alternativa (Ceba) Manco II y Santa Ana.
Situación actual
Actualmente, el establecimiento cuenta con 325 internos, siendo 227 varones y 48 mujeres, una de ellas con una bebé de 3 meses. Un lugar considerado hacinado porque la edificación estaba hecha, inicialmente, solo para 100.
La mayoría de ello provienen de las regiones de Ayacucho y Puno, y una minoría, son de la provincia de La Convención. Entre los delitos más frecuentes encontramos por Tráfico Ilícito de Drogas, Violación y Robo agravado.
Venta de productos
Por otro lado, el director contó que están a la espera de la aprobación del municipio provincial, para que los productos que elaboran los internos, mediante los talleres de Cárceles Productivas, se puedan vender en la Noche del Café, chocolate y té convenciano y en la feria de Sambaray.
En tanto, recordó que hay un local en la ciudad de Quillabamba, donde los familiares de los internos venden a diario productos como muebles, perezosas, manualidades, entre otros, con la finalidad de generarles un sustento.