Derrame de gas: Población afectada pide indemnización a TGP por daños a la salud

Una semana después del derrame de gas líquido ocurrido en el asentamiento rural Túpac Amaru a la altura de la quebrada Kemariato en el distrito de Megantoni, provincia de La Convención (Cusco), la empresa responsable TGP sigue sin poder actuar adecuadamente con respecto a la salud de la población afectada.
Tras seis horas en camioneta y tres horas en bote desde la ciudad de Quillabamba, llegamos hasta el lugar de los hechos, dónde pudimos constatar que el olor que desprende el hidrocarburo aún continúa sintiéndose. Trabajadores de la empresa continúan realizando las labores de limpieza; sin embargo la población que vive cerca no cuenta ni siquiera con una mascarilla para poder protegerse.
Joaquín Cárdenas, es uno de los principales afectados, no solo por el tema de salud, sino que también se ha visto perjudicado económicamente porque su ganado estuvo consumiendo el pastizal contaminado por tres días. «No colocaron nisiquiera una cinta de seguridad», asegura.
Él nos cuenta que el personal médico de la empresa recién lo ha visitado el día martes solo para medirle la presión y recetarles algunas pastillas. “A nosotros deberían tomarnos una muestra de sangre o sacarnos una radiografía de nuestros pulmones, aquí la gente sigue tosiendo a diario, y todo es producto de esa contaminación”, expresó.
Dijo además que les han ido brindando víveres, pero su preocupación es con los otros pobladores que viven de la pesca a diario que han estado consumiendo los peces durante 24 horas después del hecho, pues la empresa no alertó al tiempo indicado.
Hace unos días TGP volvió a emitir un nuevo comunicado, donde señala que «pese a las difíciles condiciones geográficas y meteorológicas de la zona, desde un inicio el equipo especializado puso en marcha el plan de seguridad y control ambiental» para minimizar el impacto.
Sin embargo, la población rechaza nuevamente dicho pronunciamiento, asegurando que el plan de contingencia y de seguridad nunca se implementó al instante.
Informe del PMAC
Dicha versión es respaldada por el informe de la comisión del Programa de Monitoreo Ambiental Comunitario del Bajo Urubamba (PMAC), que viajó a la zona del derrame. En este precisa que TGP no activó su plan de contingencia y que la mayoría de sustancias tóxicas se vertieron a la quebrada Kemariato afectando al río Urubamba, informe que además contradice el mismo reporte que emitió el Organismo Especializado en Fiscalización Ambiental (OEFA) que revela una adecuada activación del plan y niega la existencia de residuos en el río Urubamba.
Según Juan Cárdenas, uno de los primeros monitores que llegó, señala que mientras recorría la quebrada observó peces muertos, principalmente del orden de los Siluriformes (bagres y carachamas) y Characiformes (mojarritas), algunas especies de crustáceos (cangrejos y camarones) y reptiles (dos serpientes).
Ellos también estuvieron participando de la primera reunión en Camisea donde mostraron evidencias a través de fotos y videos, a pesar de formar parte de un programa de la empresa, la mayoría de los trabajadores son de la zona, y al igual que la población afectada rechazaron que TGP quiera minimizar el hecho.
Testimonios de afectados
Durante la primera reunión que se realizó el pasado 07 de febrero en la comunidad de Camisea donde se reunieron cerca de 100 comuneros entre jefes de las comunidades y asentamientos rurales de toda la cuenca del Bajo Urubamba. Reunión que fue convocada por la Central de Comunidades Nativas Matsigenka ‘Juan Santos Atahuallpa’ (Ceconama). Al lugar también llegaron otros pobladores que iban surcando el río cuando sucedió todo, ellos contaron detalladamente lo que vivieron.
Tal es el caso de Vicente Simón Gómez, poblador de la comunidad nativa de Miaria. Él estuvo pasando en una embarcación cuando sucedió todo. “De pronto vimos formarse como una nube y sentimos el olor a gas, era tan fuerte que no sabíamos que hacer para salir de ahí, hasta que en un momento se apagó el motor y la gente se desesperó porque algunos no eran del lugar, pensamos lo peor hasta que salimos a la orilla gracias al motorista”, relata el comunero.
“Lo que dice la OEFA es mentira, ellos dicen que solo fue 300 metros. Nosotros hemos tenido que resistir como 20 minutos río arriba aguantando ese olor”, agrega
Asimismo, Walter Morales, ingeniero ambiental y actual trabajador del municipio de Echarati quien también estuvo pasando por la zona se pronunció. “Durante media hora estuvimos pidiendo auxilio, hablamos de más de medio kilómetro. En ese lapso veíamos a niños corriendo asfixiándose por la orilla, de ellos nadie habla”, asegura
“Hasta ahora no me han analizado, pero a las piedras si las están limpiando, porque no vienen hasta ahora a ofrecer una compensación a quienes hemos sido afectado”.
Primeras medidas de lucha
Durante la última reunión, la población del Bajo Urubamba acordó suspender el tránsito fluvial de las empresas de gas cómo Pluspetrol, Repsol, TGP – COGA y CNPC que inició el jueves 8 de febrero que hasta el momento, va dejando una chalupa retenida de una de las empresas por no acatar la medida que seguirá durante los próximos días si no llegan a buen acuerdo el día de hoy, donde se espera la participación de representantes de las empresas, así como del Gobierno.
Según el presidente de la Central de Comunidades Nativas Matsigenka ‘Juan Santos Atahuallpa’ (Ceconama), Ismael Hernández, hasta el momento solo han confirmado su participación personal de la empresa, así como dos representantes del Ministerio de Energía y Minas (MEM); sin embargo, por parte de la PCM han pedido una nueva fecha. “Nosotros no vamos a ceder a un cambio de fecha, si ellos quieren venir para ese día que asuman todos los costos de movilidad que implica el traslado de todos los hermanos nativos”, aseguró.
En la reunión se espera que la empresa asuma la responsabilidad y responda como será la indemnización a la población afectada, entre otros puntos, ya que el olor del hidrocarburo se sigue percibiendo en la zona afectada.
Por otro lado, estarán atentos al informe que brinde el OEFA sobre el daño de contaminación. Otros organismos que participarán será el Osinerming y el ANA.
Antecedentes
No es la primera vez que ocurre un caso parecido. El 22 de diciembre del año 2004, pobladores de la misma zona denunciaron contaminación por fuga del hidrocarburo, siendo la responsable la misma empresa.
En ese entonces, el jefe de la organización Comaru denunció que varios comuneros vieron una cantidad importante de peces muertos que luego del suceso habrían sido recogidos por el personal de Transportadora de Gas del Perú (TGP).