LÍDER ASHÁNINKA CON MÁS DE 100 AÑOS FALLECE EN COMUNIDAD NATIVA OTARI, PICHARI
A 10 minutos de Pichari en el Vraem queda la Comunidad Nativa de Otari, donde hoy la población de la zona llora la partida de uno de sus más grandes líderes Asháninkas, Amadeo Barboza Quisisote quien falleció ayer en la madrugada por su avanzada edad, algunos asegura que tiene más de 100 años.
Recordado y respetado por haber sido fundador y propulsor de la institucionalidad de la Organización Asháninka del Rio Apurimac -Oara Vrae, además de haber iniciado la comunidad repartiendo lotes a la población, según lo que cuentan algunas publicaciones.
Fue entrevistado por diferentes medios de comunicación por una particularidad que les llamaba la atención, sus 9 mujeres y casi 50 hijos que lo hacía conocido como el padre del Vrae; sin embargo, algo que poco se conoce es que en el año 1969 fue protagonista de una film «Campa Campa» del cineasta sueco Torny Ambergher donde se mostró el proceso de colonización de la Amazonía.
En Otari son cerca de 200 comuneros. Ellos mantienen sus costumbres, su dialecto, y rutina. Amadeo recordaba en una entrevista hace algunos años que la vida había cambiado para ellos. –La carretera y las camionetas con policías pasan veloces. Las motos cruzan llevando alguna mercadería que prefieren no mencionar. Disparos a lo lejos. Historias de persecuciones. Novedades de amigos muertos. Pagos de cupos. Cacao. Coca. Helicópteros-.
Su partida ha traído consigo gratos recuerdos de quienes lo conocieron; abogados, lingüistas, y hasta conductores de programas de televisión se han manifestado. Como es el caso de Manolo Del Castillo, conductor de Reportaje al Perú quien solo tuvo elogios para él y recordaba su amabilidad para con los visitantes.
En su cuenta de facebook se puede leer:
Casi cien años tuvo que esperar la selva para que tu espíritu vuelva con sus buenas vibras al bosque de los ashaninkas.
Amadeo fue uno de los más queridos y reconocidos lideres de la etnia ahaninka en el VRAEM. Lo conocí en el 2004, conocí a un hombre orgulloso de su tierra, de su raza y de su cultura; fue un gusto conversar con él, reír y tomar masato preparado por una de sus esposas.
Hace solo un par de meses lo volví a ver en su pueblo de Otari, en la selva del Cusco, frente al río Apurimac. El jefe ya estaba viejito y enfermo -pero en cambio sus hijas, su gente, sus vecinos, toda su comunidad -a pesar de las carencias- estaban llenos de vitalidad. Estoy seguro que su legado y sabiduría están en buenas manos.
Mis respetos para el gran Amadeo Barboza, y para todo el pueblo ashaninka.
Asimismo, en la cuenta de Lyndon Lyndon Pishagua, coordinador de la organización Arpi Selva Central se lee:
Descansa en Paz hermano Amadeo y hoy te unes con nuestros grandes lideres emblemáticos como; Alejandro Calderón Espinosa, Miqueas Mishari Mofat, Vicente Pishagua Ruiz, Pablo Santoma, Dante Martines, Angel Chimanka Mahuanca, Raul Vega, Ruben Domingues, Mauro Pio Peña entre otros lideres que ahora se encuentran en el mas allá disfrutando de la unidad de la naturaleza.
Hoy le darán el último adiós respectando las tradiciones de la comunidad, además de homenajes póstumos por parte del municipio del distrito, pero la pregunta va más allá. ¿Que hace el Estado por hacer prevalecer historias como la de Amadeo, como la de otros líderes que nos van dejando?