SE CUMPLEN 32 AÑOS DEL ATENTADO QUE SUFRIÓ RADIO QUILLABAMBA POR PARTE DE LAS FUERZAS MILITARES
Un 07 de junio de 1985 atentaron contra Radio Quillabamba con dos artefactos explosivos que destruyeron totalmente los transmisores de onda corta y onda media, así como la infraestructura de la planta y otros instrumentos complementarios. Este hecho sucedió en medio de una de las situaciones más difíciles por las que atravesaba el pueblo Convenciano, con la desatención por parte del gobierno central y la represión militar del gobierno de Alan García y la presencia del terrorismo.
A raíz de ello, surge la necesidad de que el pueblo levante su voz de protesta a través de sus organizaciones sociales y nace la iniciativa de los padres Misioneros Dominicos de otorgar el único medio de comunicación masiva de potencia nacional e internacional que era Radio Quillabamba denominada “La voz de los que no tienen voz”, encargada de sacar a la luz las injusticias que ocurrían en este rincón del país, sobre todo con el campesinado.
Al parecer esto no gustó al gobierno de ese entonces, ni a las fuerzas militares, menos al terrorismo, pues en cuatro oportunidades los transmisores de la radio, que se encontraban originalmente en lo que es ahora la Alameda Bolognesi, sufrieron atentados dañando seriamente las antenas transmisoras en las frecuencias de Onda Corta y Onda media.
Un segundo atentado ocurrió el 07 de abril de 1988 cuando echaron gasolina en la planta de transmisores, provocando un incendio que dañó los equipos. El tercer sucedió tan solo meses después, el 3 de diciembre de 1988. En aquel momento se intentó dinamitar la planta a través de una bomba de fabricación casera, que afortunadamente no llegó a explotar. Por último, el 06 de enero de 1989 fue colocada otra bomba casera que explotó y dejó a la población campesina incomunicada al afectar seriamente los transmisores de onda corta.
Ante todas estas agresiones, el pueblo convenciano se organizó a través de la Federación de Campesinos y demás sindicatos para realizar el cerco en todo el entorno perimétrico de las antenas y ponerla a buen recaudo, mientras que los padres Dominicos lograron recaudar los recursos necesarios para comprar nuevos equipos y poner a funcionar la radio de nuevo, continuando con el servicio de ser “LA VOZ DE LOS QUE NO TIENEN VOZ”.