Cusco ocupa el primer lugar con mayor cantidad de incendios forestales y daños en lo que va del año
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) informó que Cusco es el departamento con mayor cantidad de incendios forestales y mayor superficie territorial destruida por el fuego en lo que va del 2022, al registrar 38 casos confirmados y 4,830 hectáreas afectadas.
Así lo informó Romina Liza Contreras, coordinadora de la Unidad Funcional de Monitoreo Satelital del Serfor, quien en entrevista a un medio de comunicación precisó que las provincias de la zona sur de Cusco, como Anta, Calca, La Convención, Paucartambo, Quispicanchi, entre otras son las que han registrado los siniestros de mayor magnitud en lo que va del año.
Asimismo indicó que luego de Cusco, los departamentos del país con mayor registro de incendios forestales y áreas dañadas por el fuego son Puno y Junín.
La funcionaria del Serfor refirió que, en lo que va del 2022, se han reportado 436 alertas de incendios forestales a escala nacional, según información recogida por Geoserfor, portal web de la Infraestructura de Datos Espaciales del Serfor, cuya finalidad es ofrecer a los usuarios el acceso a una serie de recursos y servicios basados en la información geográfica espacial forestal y de fauna silvestre. Es una plataforma de libre acceso a toda la población, de navegación muy amigable y a la que se puede acceder desde cualquier dispositivo con conexión a internet.
Precisó que estas alertas no siempre son incendios confirmados, sino que identifican “puntos calientes” o focos de calor sobre la superficie en determinados lugares que son identificados mediante la ayuda de satélites especializados que envían permanente información al Geoserfor, la cual se actualiza cada hora. “Aquellos puntos calientes que cuenten con las características necesarias para considerarlos como un posible incendio forestal, son emitidos como alertas”, expresó.
La confirmación de si se trata o no de un incendio está a cargo de las entidades de primera respuesta, como los municipios y gobiernos regionales, las Administraciones Técnicas Forestales y de Fauna Silvestre; los bomberos, la Policía Nacional, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), entre otras, que verifican en el terreno si la alerta devino en un incendio efectivo.
Confirmada la alerta, la Unidad de Monitoreo Satelital elabora un reporte de vigilancia que se dirige a las entidades de primera respuesta, con información precisa de coordenadas sobre los puntos calientes o focos de calor, la ubicación de centros poblados, áreas naturales protegidas, patrimonio arqueológico y otros espacios y población que podrían verse afectados por el fuego, así como el tipo de cobertura vegetal dañada y la que podría dañarse.
Asimismo, se brinda información sobre la ubicación de cuerpos de agua cercanos, como ríos, lagos y lagunas, para que los encargados de combatir el fuego se puedan surtirse del líquido vital dado que hay zonas donde los vehículos de los bomberos no pueden llegar por la falta de vías de acceso.
Cuando finaliza el incendio, se elabora un reporte con información sobre las áreas afectadas, detallando el tipo de ecosistema, el tipo de cobertura vegetal, si hubo centro poblado, área natural protegida y/o patrimonio arqueológico comprometido por el siniestro.
Los departamentos con mayor número de alertas de incendios forestales son Junín, Puno, Ucayali, Cusco y Huánuco, puntualizó.
Causas humanas
Liza Contreras sostuvo que los incendios forestales son originados, en un 90% a 95% por acción humana, principalmente por la quema de restos agrícolas, una práctica antigua que está prohibida pero que sigue vigente hasta nuestros días y que se basa en la creencia que al quemar el campo de cultivo al término de cada temporada de cosecha se logra fertilizar el suelo para la siguiente siembra.
Sin embargo, el mal manejo de esta tradicional práctica provoca incendios dado que involucran otros factores como el viento, el clima y la sequedad de la cobertura vegetal que avivan el fuego y este termina expandiéndose con rapidez destruyendo los ecosistemas.
Los incendios forestales no solo ponen en riesgo la vida de las personas, sino también involucra una gran inversión porque se afectan viviendas y se pierde capital natural como los bosques, que son fundamentales para asegurar la sostenibilidad del país en materia ambiental y económica.
La Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley 29763) considera la provocación de un incendio forestal como una falta muy grave, la misma que es sancionada con el pago de una multa que va desde las 10 hasta las 5,000 unidades impositivas tributarias (UIT). También puede acarrear una sanción con cárcel.
La funcionaria del Serfor también dio a conocer que la temporada de ocurrencia de incendios forestales ha variado, extendiéndose en los últimos años, debido al cambio climático.
Tradicionalmente, los incendios forestales ocurrían en la llamada “época seca” del año, entre los meses de julio y diciembre, pero según el monitoreo hecho por el Geoserfor en los años 2020 y 2021, los siniestros se adelantaron a junio y se prolongaron hasta principios de enero inclusive, cuando es la temporada de lluvias.
Romina Liza agregó que otro factor a tener en cuenta en la mayor ocurrencia e impacto de los siniestros forestales es la presencia del fenómeno La Niña, como lo evidencia -según dijo- un estudio del Instituto Geofísico del Perú (IGP) que indica que este año se están dando incendios de mayor magnitud y áreas afectadas.
Tras la presencia de La Niña, la época seca es más seca de lo habitual, por lo que la cobertura vegetal y los días son también más secos. Por ello, las quemas de restos agrícolas mal controlados generan grandes incendios forestales y la devastación que ocasionan también es mayor, aseveró.
Tras señalar que el año 2020 fue excepcional porque la cantidad de áreas afectadas por incendios forestales se duplicó y en algunas zonas de las regiones se triplicó, la funcionaria dijo ello se explicaría por un factor adicional: la pandemia del covid-19 que obligó al confinamiento social y como consecuencia de eso se mermó notablemente la vigilancia, fiscalización y la capacidad de respuesta frente a estos eventos desastrosos.
Finalmente la Unidad de Monitoreo Satelital del Serfor tiene proyectado este año incorporar a la plataforma del Sistema Nacional de Información Forestal y de Fauna Silvestre, los informes individuales sobre vigilancia para que sean visualizados de manera automatizada apenas estén listos.