Misioneros dominicos donan equipos de protección y medicamentos a comunidades nativas y personal de salud
Redacción: Janet Lobo
Las comunidades nativas del distrito de Megantoni, en la provincia de La Convención (Cusco), se beneficiarán con la entrega de equipos de protección y medicamentos para combatir la COVID-19, gracias al gesto solidario por parte de los misioneros y misioneras dominicas que integran la Misión Itinerante del Bajo Urubamba.
El padre Daniel Medina Guzmán, coordinador de esta misión, que tiene como sede la comunidad nativa de Kirigueti, informó que este primer cargamento contiene 9 mil mascarillas de tres pliegues, 300 recipientes portátiles para lavado de manos, 420 galoneras de jabón líquido, 300 dispensadores de jabón líquido, 50 frascos de Ivermectina, galones de lejía, guantes quirúrgicos, entre otros insumos que beneficiará a 15 comunidades.
Un segundo lote que contiene fármacos e implementos de bioseguridad para personal de salud estaría llegando la siguiente semana para entregar al resto de comunidades. “Hemos empezado a repartir desde ayer y esperamos culminar en el transcurso del mes, para prevenir y reforzar la seguridad de las comunidades y sus respectivas postas de salud”, manifestó.
Explicó que esta ayuda proviene del presupuesto de la Misión y gracias al aporte y donaciones de algunas entidades religiosas, como Selvas Amazónicas, Acción Verapaz, Unión Internacional de Superioras Generales, Confederación de Dominicas de América Latina y El Caribe, entre otras congregaciones que de manera voluntaria hicieron posible la adquisición.
Traslado y entrega de donaciones
El traslado y entrega del material donado será respetando los protocolos de seguridad exhaustivos. Para ello, se coordinará con los jefes y jefas de cada una de las 28 comunidades nativas y con el personal de salud, para según su cronograma establecer las visitas.
“Estamos desinfectando todo el material. Al igual que las postas, nosotros también contamos con bote y gasolina, pero necesitamos trabajar en conjunto, respetando los flujos y controles de cuarentena porque la vía fluvial también está controlada en cuanto a tránsito de personas”, señaló.
Además de la entrega, cuenta que brindarán charlas de reforzamiento sobre el correcto uso de mascarilla, higiene, lavado de manos y cuidado de residuos.
Alcalde distrital cuestionado
Por otro lado, el sacerdote dominico contó que el alcalde de la Municipalidad Distrital de Megantoni, Daniel Ríos Sebastián, estuvo en Kirigueti hace dos semanas y fue cuestionado por no haber gestionado implementos que ayuden a prevenir un posible contagio del nuevo coronavirus. La autoridad edil habría llegado únicamente, para promocionar la construcción del primer Hospital de Contingencia que iniciarían este mes, pero hasta la fecha no hay nada.
“No han hecho llegar ni una sola mascarilla, absolutamente nada. Intenté llamar a la reflexión por su actuar y él dijo que desde el municipio no podían liberar presupuesto ni dar dinero para la compra de equipos de prevención y que solo teníamos que obedecer guardando la cuarentena y protegernos, pero ¿con qué? si no hay donde comprar acá nada, a quien acudimos, le dije”, expresó.
Dijo además que la posta ha enviado incontables oficios de requerimientos al Ministerio de Salud y nunca les han respondido favorablemente. “La Red de Salud capacitó a la posta en manejo del COVID-19 y los dejan sin herramientas. La jefa de la posta de Kirigueti no contó que en todo este tiempo solo le han hecho llegar dos mascarillas”, agregó.
Radio Quillabamba intentó comunicarse con el alcalde para conocer su versión y si ha tenido alguna comunicación con el Minsa ante el reclamo de la población, pero no obtuvimos respuesta a las reiteradas llamadas. Se sabe que en esta parte de la selva, hasta la fecha, son solo seis los casos positivos, pero a nivel de la provincia de La Convención ya son cerca de 900 casos confirmados.
Labor pastoral
La misión de Kirigueti fue fundada el 4 de agosto de 1957. Actualmente está conformada por 4 misioneras dominicas y 2 frailes que también se han tenido que reinventar, a raíz de la pandemia y adaptarse a un trabajo más de oficina que poco están acostumbrados.
Según cuenta el padre Daniel se han paralizado las actividades que realizaban como las visitas a las comunidades, la pastoral local y cerrar los internados donde jóvenes, que no pueden cursar la secundaria en sus localidades, llegan ahí para estudiar, recibiendo alojamiento y alimentación.
“Solo con los pocos alumnos que tienen internet y celular hemos avanzado con las clases. Nos hemos dedicado a reeditar material catequético, rescatando material en matsiguenga y asháninka para que no se pierda. Esta cuarentena ha sido un tiempo de coordinación, gestión de proyectos y para crear”, finalizó.