A 5 AÑOS DE UN INCENDIO QUE CONSUMIÓ TRES AMBIENTES DE UN COLEGIO EN KIRIGUETI, TODO SIGUE IGUAL
Desolado panorama. Durante nuestra visita a la Comunidad Nativa de Kirigueti (Megantoni) visitamos el colegio Monseñor Javier Ariz, el único de la zona y observamos que después de 5 años de haberse producido un incendio que consumió tres ambientes, dejando grandes pérdidas materiales, incluso, una vida humana; todo sigue igual.
Narciso Abras Turco es el jefe de la comunidad, él cuenta con mucha pena lo que sucedió ese día y responsabiliza a la gestión de la municipalidad de Echarati, de ese entonces, cuando el alcalde era José Ríos Álvarez. La misma versión la tiene el director del plantel, Samuel Choronto quien estuvo presente cuando ocurrió el accidente.
Ambos dicen que fue una negligencia del municipio porque los trabajadores instalaron un almacén de combustible dentro de una de las aulas. «Un trabajador se puso a soldar y una chispa saltó, ocasionando un explosión. Intentamos apagar el fuego, pero fue casi imposible, destruyó todo», cuenta con mucha impotencia el director.
Graves consecuencias
Debido a las fuertes quemaduras en gran parte del cuerpo del trabajador, natal del distrito de Echarati, fue evacuado hasta la ciudad de Lima, pero falleció en el nosocomio. El director lamenta mucho al recordar ese suceso, dice no saber nada si, en algún momento, los familiares del occiso reclamaron al municipio por ello.
Otra gran pérdida fue a nivel académico. Fueron 23 computadoras que se perdió en el incendio, más un laboratorio que estaba destinado para el curso de biología, además de una biblioteca. Todo sin haber sido usado. «Faltaba solo tres días para entregar esa obra y todo se fue al agua en un abrir y cerrar de ojos», lamenta.
Actualmente, son 186 estudiantes los que integran el plantel; sin embargo, los más perjudicados son los que terminan la secundaria, pues no pueden aprender nada de cómputo que les dificulta, en caso de querer estudiar fuera de la zona.
Indeferencia de autoridades
Lo que le indigna al jefe de la comunidad, así como a la población es la falta de sensibilización por parte de las autoridades, ya que hasta la fecha ninguna autoridad se haya preocupado por aunque sea donar aulas prefabricadas con inmobiliaria, para que los alumnos puedan seguir estudiando con mayor comodidad, y no como lo vienen haciendo hasta ahora, al costado de lo que queda de esos ambientes quemados.
El director dijo además que esperaba que las empresas como Repsol pueda apoyarlos. «Hemos ido a pedirles apoyo y nos dijeron que ya, pero todo queda en palabras, a pesar que ellos tienen posibilidades». «No es justo que los alumnos estudien como gallinas, ahí arrinconados», agrega.
Cambios en el presupuesto
Por otro lado, Narciso dijo que a raíz del accidente no se ha podido ejecutar la infraestructura que correspondía a un colegio emblemático, con un presupuesto de S/. 24 millones. Hace un año le informaron que ese monto habría variado a S/. 12 millones porque a raíz del accidente, el espacio es, ahora, más reducido y la construcción sería solo de un piso ya no de 2 como inicialmente estaba previsto.
Narciso dice tras mucho esfuerzo se ha logrado tener un nuevo expediente, según le han dicho estaría listo para el siguiente año y cuando lo tenga pedirá al nuevo alcalde de Megantoni que inicie la construcción. «Todo esta tardía respuesta hace pensar que los indígenas no les interesamos, parece que no quisieran que crezcamos», finaliza.